sábado, 31 de octubre de 2009

Proceso Urbano en America Latina

En la actualidad América Latina esta predominantemente urbanizado. Ya en 1965 ocho de un total de 16 países habían atravesado el umbral de urbanización (el 50% de la población total en las ciudades): Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú, Uruguay y Venezuela. A fines de la década de los 80, todos los países salvo Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Honduras habían cruzado ese umbral.
En América Latina la urbanización ha estado siempre asociada con altos índices de crecimiento demográfico. Sin embargo, desde hace muchas decenas de años la población urbana ha aumentado rápidamente mucho más que la población total. En el periodo de 1965 a 1980, mientras el índice de crecimiento anual medio de la población urbana en todos los países era superior al 3%, el de la población total sólo superaba el 2%. Las únicas excepciones eran Uruguay, Argentina y Chile, los tres países más urbanizados del continente.
El primero, surgido a fines de los 50, coincide con el "descubrimiento" del problema urbano y guardaba relación directa con la envergadura y el alcance crecientes de la urbanización en América Latina. La mayoría de los países de la región estaban pasando por lo que se llamó "hiperurbanización", situación en la que un ritmo rápido de urbanización no iba acompañado de un crecimiento correspondiente de la industria provocando un trasiego de las personas de los empleos poco productivos en la agricultura rural al empleo o subempleo urbano también de baja productividad. Los síntomas más claros de hiperurbanización se observaban en las ciudades más populosas, donde el desequilibro entre el rápido crecimiento demográfico y las insuficientes posibilidades de empleo daba como resultado una creciente pobreza y la proliferación de los barrios de chabolas y tugurios. Las "favelas" de Brasil, las "poblaciones" de Chile, los "barrios" de Venezuela y Ecuador, las "villas miseria" de Argentina y las "barriadas" de Perú eran consideradas el resultado del desajuste y de la patología. Hauser (1961) y Quintero (1964) ponen de manifiesto lo difundidas que estaban estas ideas entre los estudiosos.
En el decenio de los 70 surgieron nuevas maneras de ver los viejos problemas como reacción contra las teorías hasta entonces dominantes. En el nuevo debate el discurso del desarrollo frente al subdesarrollo se convirtió en un discurso sobre el desarrollo frente a la dependencia. Con la nueva visión se consideraba el proceso de urbanización como el resultado de un tipo particular de desarrollo económico -capitalista pero dependiente, con efectos especialmente importantes sobre el desarrollo urbano. Los teóricos hablaban ahora de "urbanización dependiente", un proceso fuertemente ligado a la relación entre países periféricos y centrales (Castells y Vélez, 1971). Este concepto se derivaba de la teoría de la dependencia, cuyos autores principales eran Cardoso y Faletto (1970). Su premisa fundamental era que la dependencia se expresaba en la articulación de los intereses del capitalismo nacional con los del resto del sistema capitalista.A juicio de los teóricos de la dependencia, el Estado nacional tenía un papel clave que desempeñar en la industrialización -y, por consiguiente, en la urbanización- al unirse al capital y a las élites en el proceso de acumulación del capital y la distribución geográfica de la mano de obra. La función del Estado era poner los cimientos de la reproducción del proceso industrial capitalista y mantener una actividad constante, transfiriendo recursos y fondos a la industria, regulando el precio de la mano de obra, invirtiendo en infraestructuras y, en consecuencia, disminuyendo los costos del capital.

fuente: elaboracion propia

Ósea al observar este proceso de urbanización, primero se observa una pequeñas diferencia entre Uruguay, Chile, Argentina y el resto de los países, en el área del crecimiento urbano. También la urbanización en América latina por ser no una urbanización constante o lenta, si no por una urbanización rápida y precipitada, pero este fenómeno no viene solo sino también con el estancamiento de la industria en el caso de la elaboración del trabajo, lo que daba como consecuencia generación de pobreza y barrios de pobres.
Con la llegada del término subdesarrollo, la cual tenía relación con los países ricos y pobres, y la dependencia de estos en el caso de la urbanización.
En conclusión el proceso de urbanización en América latina a pasado por variadas etapas, lo que hace de América latina una experiencia única en comparación con procesos de urbanización de otras partes del mundo.

fuente: http://www.unesco.org/most/vallspa.htm

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